EL EFECTO MARIPOSA Y LA CONDENA DE LA LIBERTAD

Daniella Tagariello 

La película “El efecto mariposa” dirigida por Eric Bress y J. Mackye Gruber, (2004), no solo fue un suceso a nivel de taquilla sino también fue magistral su argumento y el tratamiento de varias temáticas filosóficas, entre ellas la noción de el tiempo como relativo, donde no se sigue una línea temporal única y hacia adelante, sino un ida y vuelta constante entre el pasado y la bifurcación de infinitos futuros y pasados posibles, acompañado de la idea del antiguo proverbio chino que dice: "el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”, donde todo tiene que ver con todo y cada mínima acción se encuentra entrelazada como un gran conjunto de nudos a una totalidad cuasi metafísica. 
Sin dudas la idea de que nuestras acciones pueden afectar directa o indirectamente a las personas que nos rodean y así a la humanidad entera, nos genera la inmensa angustia existencial de la que hablan los filósofos existencialistas del siglo XX, Sartre en su obra “El existencialismo es un humanismo” (1946), nos señala la implacable angustia y desasosiego que causa el sentirnos responsables no sólo de nosotros mismos sino de toda la humanidad… una angustia que no nos paraliza, pero que es profundamente nuestra; en el momento en que somos conscientes de nuestra finitud, nos invade ese sentimiento que nos patentiza como humanos. No estamos solos en el mundo y cada decisión por más pequeña que sea, repercute en el otro, incidiendo en una realidad que se muestra como una totalidad.
De este modo Evan, el personaje principal de la película, tiene el beneficio (y la condena) de poder regresar en el tiempo hacia un pasado donde él y sus amigos vivieron experiencias traumáticas, sus amigos Tommy y Kayleigh tienen un padre pedófilo, Tommy es un niño violento y sádico a causa de los abusos de su padre y Lenny es un niño inseguro al que Tommy trauma amenazándolo con matar a su madre. A estas situaciones traumáticas debemos agregarle que los amigos no tienen mejor idea que poner un explosivo dentro de un buzón de la casa de una vecina… Lenny es quien lo coloca, matando así a su vecina y a su pequeña hija. 
Esta “realidad inicial” es recordada por Evan, quien a partir de la lectura de diarios personales, logra “viajar en el tiempo”, en este caso al pasado donde intenta modificar la situación inicial de abuso por parte del padre de sus amigos, creyendo que así su amiga Kayleigh, de la cual está enamorado, podría tener una vida feliz. 
La cuestión es que Evan viaja al pasado en varias ocasiones modificando hechos puntuales, lo que no sabe es que cada decisión que tome por más mínima que sea afectará directamente el futuro, cada vez que Evan modifica algo en el pasado se generan “realidades alternas” donde sucede la gran infamia de ver a Kayleigh feliz a costa de la felicidad de Evan. Y esta es una de las problemáticas morales que se vislumbran a primera vista, ¿cómo puede ser que la felicidad de su amor sea siempre en detrimento de su propia felicidad? ¿Qué son estos sucesos macabros?  ¿Alguien o algo le está diciendo “Evan no juegues a ser Dios”? Evan deberá elegir en cada situación cuál de las dos felicidades es más valiosa, si la de Kayleigh o la suya… ¿Evan será un altruista enamorado, o será un ególatra empedernido?  
Lamento decirles que nuestro héroe es más bien un total ególatra… en ninguna de las realidades alternas donde su amada es feliz él lo es; o termina preso, lisiado, con su madre a punto de morir o loco. Si bien el personaje principal comienza sus viajes al pasado con el fin de hacer feliz a su amada, no acepta bajo ningún punto vista resignar su felicidad a costa de la de ella, y es por esto que vuelve y vuelve a intentar modificar correctamente el pasado, tomar la decisión justa, para probar si existe la posibilidad de que en alguna realidad posible los dos puedan ser felices… Y es en el último intento donde Evan resignado, decide alejar a Kayleigh y a su hermano, diciéndole a la pequeña que jamás se acerque a él, de este modo los hermanos se mudan con su madre, evitando así el abuso de su padre pedófilo. Algo ha cambiado… 
El desenlace nos muestra que Evan a rehecho su vida; quema los diarios que han sido el vehículo de sus viajes y se ha convertido en un adulto; fortuitamente (y esto también es interesante) se cruza en la calle, casi como por casualidad, a Kayleigh, se miran, como si se conocieran de otra vida… o de una realidad que pudo haber sido, o que fue o que será…