
UN LUGARCITO PARA LA PAZ QUE NO SE QUEDA EN EL DISCURSO...
SOBRE PEDAGOGĆAS NO HEGEMĆNICAS.
Noel Moreno
Partiendo de lo importante del futuro; LOS NIĆOS.
Un lugarcito para la paz que no se queda en el discurso...
ā
Incursionando en esto de las pedagogias contra hegĆ©monicas y tratando de ensamblarlo con mi rol de mamĆ” es que descubrĆ esta pedagogĆa evolutiva. Ā«Pedagogia 3000Ā» , parte y promueve una cultura de paz .
Creada por la antropóloga francesa radicada en Bolivia Noemi Paymal, centra sus principios bÔsicos en una educación mÔs humana, mÔs amena, mÔs integral, mÔs multicultural, mÔs divertida y orientada a una profunda y real Cultura de Paz.
MirĆ”ndolo de lejos, un discurso y una teorĆa que parecen situadas, contemporĆ”neas, problematizadoras, en definitiva, geniales ĀæQuĆ© docente no tiene como principio bĆ”sico la paz y la formación de seres pensantes, criticos, reflexivos pero sobre todo empĆ”ticos? ĀæQuĆ© educador, madre o padre no tiene como fin educar en la paz, en la solidaridad y en el respeto?
Pero, no me alcanzaba sólo el discurso, ĀæCuĆ”ntas pedagógias he leĆdo, cuĆ”ntos discursos que sólo se queda en ello, en palabras? Fue asĆ, que tomando como muestra las instituciones mĆ”s cercanas; la familia y la escuela, es que comencĆ© mi bĆŗsqueda de una conjunción entre ambas, y que al mismo tiempo nos lleve a educar en libertad, libre de prejucios, de etiquetas, de trastornos y de sĆndromes, donde los niƱos no sean mĆ”s que niƱos Ā”No se imaginan lo difĆcil que resulta!
AllĆ, en la bĆŗsqueda de la bajada a tierra de esta forma de co-enseƱar, es que se me presenta el Centro Kalimaita (colegio habilitado por ANEP),
Kalimaita, que segĆŗn lo explica Cecilia Martinelli, su directora pedagógica, significa algo asĆ como agradecer desde el corazón, un agradecimiento, real, sincero, desde lo mĆ”s profundo del ser, algo tan necesario en este tiempo, donde la vorĆ”gine de la cotidianeidad no permite en ocasiones ver lo importante. Es de esta forma como se trabaja allĆ, partiendo desde el agradecimiento, para luego estar abiertos a recibir.
Esta propuesta enraizada en un rinconcito de Neptunia, invita e incorpora a la familia en la educación institucionalizada de los niƱos de una manera amorosa y desestructurada. Hecho que en lo personal supone un arduo trabajo interno, ya que a veces pone de manifiesto las contradicciones que presentamos entre el ser, en mi caso Ā«mamĆ”/maestraĀ» y todo la estructura que ello conlleva y el querer ser, de aquellos que buscamos cambiar el mundo desde una perspectiva amorosa, pacĆfica y tolerante para todos los seres.
El centro kalimaita, se maneja con las Ā«puertas abiertasĀ» a travĆ©s de un cartel de Ā«BienvenidosĀ», donde cada padre, madre o adulto referente del niƱo puede acercarse a compartir un momento de la tarde con cada sala. Salas que en el presente no superan los 16 niƱos, ya que segĆŗn explican sus directores, es la manera de brindar una educación lo mĆ”s personalizada posible, respetando los tiempos y espacios de cada ser dentro de la institución y garantizando que se cumplan los principos bĆ”sicos de dicha pedagogĆa.
En esas salas, funcionan grupos multigrado, y cada una corresponde a un nombre elegido de antemano, en este año, continúa siendo el turno de los Ôrboles. Es asà que mis hijos, lejos de sentirse en nivel 3, primero y sexto año (como verÔn no puedo escapar a mi estructura magisterial) estan en ceibo, ombú y timbó, respectivamente. Despreocupados totalmente por el pasaje de grado y en el caso de los mÔs pequeños, no sabiendo ni siquiera de qué se trata eso, porque lo que importa es el respeto al tiempo de aprendizaje.
Esta propuesta que aĆŗn seguimos descubriendo como familia, nos hace mirar y mirarnos como partes de un todo que puede y debe ser cambiado para que la educación actual gire en torno a la convivencia pacĆfica como contrapartida del discurso de odio y violencia que se manifiesta en la actualidad. Es en ello que como docente, mamĆ”, persona y parte de una comunidad, seguirĆ© profundizando.
Para quiĆ©nes se encuentren interesados en esta pedagogĆa o en una propuesta educativa diferente, alternativa, les dirĆ© que las puertas estĆ”n abiertas a la investigación, solo hay que animarse a confiar y cambiar. Por mi parte seguirĆ© creciendo en ella desde adentro para poder cambiar el afuera, porque sigo creyendo en la humanidad y como dice mi abuela, la esperanza es lo Ćŗltimo que se pierde.